martes, 25 de noviembre de 2008

ESTRELLAS Y CONSTELACIONES




Estrellas

Una estrella es un gran cuerpo celeste compuesto de gases calientes que emiten radiación electromagnética, en especial luz, como resultado de las reacciones nucleares que tienen lugar en su interior. El Sol es una estrella. Con la única excepción del Sol, las estrellas parecen estar fijas, manteniendo la misma forma en los cielos año tras año. En realidad, las estrellas están en rápido movimiento, pero a distancias tan grandes que sus cambios relativos de posición se perciben sólo a través de los siglos.

Las estrellas más grandes que se conocen son "supergigantes", con diámetros 400 veces mayores que el del Sol, en tanto que las estrellas conocidas como "enanas blancas" pueden tener diámetros de sólo una centésima del diámetro del Sol. Sin embargo, las estrellas gigantes suelen ser difusas y pueden tener una masa 40 veces mayor que la del Sol, mientras que las enanas blancas son muy densas a pesar de su pequeño tamaño.

Constelaciones

Una constelación es una agrupación de estrellas cuya posición en el cielo nocturno es aparentemente tan cercana que las civilizaciones antiguas decidieron conectarlas mediante líneas imaginarias, trazando así figuras sobre la bóveda celeste. En el espacio tridimensional, en cambio, las estrellas de una constelación no están, necesariamente, físicamente asociadas; incluso pueden encontrarse a cientos de años luz unas de otras.
A partir de 1928, la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió reagrupar oficialmente la esfera celeste en 88 constelaciones con límites precisos, tal que todo punto en el cielo quedara dentro de los confines de una figura.
En el cielo podemos ver estrellas, nebulosas y cúmulos, que pertenecen a una constelación en concreto. De las 88 constelaciones del cielo, las más conocidas son las doce del Zodíaco, que cada una representa a un animal. Además de éstas, Tolomeo reconoció 48 constelaciones compuestas por más de 1.000 estrellas en el siglo II d. C. Mucho más tarde, en el año 1925 del siglo pasado se establecieron internacionalmente las 88 constelaciones que conocemos hoy en día: 48 corresponden a las observaciones de Tolomeo y las restantes a los descubrimientos de la Era Moderna.

Para poder identificar correctamente las constelaciones, es necesario poder ver las estrellas que dibujan sus figuras. Las personas que viven en las ciudades o áreas limítrofes ven muy pocas de ellas porque la contaminación de luz (la luz generada en exceso por el hombre y que se escapa al ambiente) afecta adversamente la visibilidad de los astros más tenues. Se recomienda, pues, buscar un lugar oscuro.







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